Trama Inicial.

Morfin Gaunt – La noche del asesinato de los Riddle – Little Hangleton

Morfin nunca había sido demasiado agraciado y la prolongada, y según él injusta, estadía en la prisión de los magos, Azkaban, no había hecho más que empeorar su situación. Lo único que los dementotes no habían podido quitarle era el odio visceral que sentía hacia los muggles. Cada vértebra, costilla y músculo de su cuerpo había sucumbido ante ese sentimiento, clamando por venganza. Pero Morfin no era tan idiota como su aspecto podría indicar; esta vez recurriría a otras herramientas.

Se apareció en las afueras de Little Hangleton. Comenzó a caminar lentamente y despotricando por lo bajo cuando, a través del rabillo del ojo, encontró lo que no sabía que estaba buscando. Por la vereda de enfrente, una jovencita muggle de no más de veinte años se dirigía con paso ligero hacia a un destino que Morfin desconocía. Cruzó la calle y se decidió a seguirla. No habían caminado más de veinte metros cuando, inesperadamente, la chica se dio vuelta, dispuesta a enfrentar a su seguidor. Morfin soltó una risa estridente y fría que espantó aún más a su víctima. Después, acortó la distancia entre ambos deteniéndose a tan sólo unos pocos centímetros de ella. Sonrió con sorna y sin más preámbulos pronunció un maleficio imperdonable quedando la joven a su entera voluntad. La obligó a acompañarlo hasta su choza donde sus deseos carnales ganaron.

La mañana siguiente el pueblo amaneció con una noticia espantosa. El asesinato de la familia más adinerada del lugar llenaba la boca de todos y cada uno de los habitantes, creando teorías y especulaciones sobre la sorpresiva muerte. Los ánimos eran así de caóticos que nadie notó la ausencia de la camarera Sarah Foster. Morfin le había ordenado que tomara sus cosas y huyera a Francia, el primer lugar lo suficientemente lejos que se le vino a la mente. Tan sólo unos quince minutos después de que la joven se marchara Tom Riddle hijo se apareció de nuevo en la casa de su tío.

Nueve meses después del atroz acontecimiento, Sarah dio a luz a un niño. Un niño al que llamó August.

El Señor Oscuro – Julio de 1997 – Mansión Malfoy

Albus Dumbledore estaba acabado y Lord Voldemort estaba extasiado. Lo que otros magos oscuros soñaron con concretar él lo había conseguido. El gran héroe estaba muerto y nadie más que él era el responsable de eso. Pero no había tiempo para regodearse, debía planear la captura y próxima muerte de su Némesis.

Aquella tarde especialmente calurosa, la Mansión de los Malfoy estaba curiosamente poco transitada. La mayoría de sus mortífagos se encontraba atendiendo asuntos de importancia a excepción de Bellatrix, Narcissa, Lucius y el hijo de los dos últimos. Lord Voldemort se encontraba en la habitación que había sido acondicionada para servir de sala de reuniones. Naturalmente, él estaba sentado en la cabecera, justo por delante de las silenciosas llamas de la chimenea. Nagini se enroscaba en sus pies, manifestando su hambre en un silbido que sólo él podía comprender.

- Pronto, la comida no tardara en llegar – respondió con un siseo igual de escalofriante. La limpieza en Hogwarts comenzaría ese mismo día. Charity Burbage pagaría caro la carta de defensa de los muggles que había enviado a El Profeta. Nadie desafiaba así a Lord Voldemort sin sufrir las consecuencias. Se ensimismó en sus pensamientos una vez más y el rostro de Harry Potter volvió a aparecer en su mente. Faltaba poco menos de un mes para que el muchacho cumpliera diecisiete y la protección de su sucia madre muggle se rompiera dejándolo vulnerable. Ese día tendría noticias y podría finalmente saber cuál sería el día en que acabaría con la amenaza que representaba, desde el día de su nacimiento, ese muchacho que tantas veces lo había burlado. La puerta se abrió con un leve crujido y Bellatrix hizo acto de presencia.

- Hay… hay alguien que quiere verle – exclamó con la voz temblorosa pero llena de devoción. Lord Voldemort abrió sus ojos rojos y escrutó a la recién llegada.
- ¿Y se puede saber quién tiene la osadía de presentarse ante el Señor Oscuro? – dijo con su voz tan fría y tajante como siempre, ocultando cualquier vestigio de curiosidad y sorpresa.

Bellatrix no tuvo tiempo de responder ya que la visita enigmática no esperó a que la invitaran a pasar, se apareció tras la bruja con tranquilidad y sin pronunciar palabra alguna. Se trataba de un joven de unos cuarenta y tantos años y con un rostro que Lord Voldemort no esperaba volver a ver. Sus ojos eran pequeños y oscuros ligeramente desviados y su cabello espeso y oscuro. Era la viva imagen de Morfin Gaunt, el hombre que en vida había sido su tío y que había muerto en Azkaban. Sin demostrar conmoción, le hizo un gesto a Bellatrix para que se marchara.

- Usted sabrá que enfrentará la muerte si su propósito aquí es otro que el unirse a mis filas – dijo Voldemort con excelentemente fingida tranquilidad
- Mi nombre es August Foster, nací en Francia y mi madre era una muggle. Yo heredé la sangre mágica de mi padre. Mi padre quién supo responder al nombre de Morfin Gaunt y quién era su tío según he comprendido – dijo el joven. El Señor Oscuro permaneció en silencio, perforándolo con la mirada y no manifestó ninguna intención de responderle. – Fui criado por mi madre en el sur de mi país natal. Descubrí que tenía poderes a temprana edad y también que era capaz de comunicarme con las serpientes. Estudié en la Academia de Beauxbatons y allí es dónde me informé de que son muy pocos los magos que tienen esta habilidad. Luego de que mi madre muriera y mi educación mágica finalizara, regresé a Inglaterra y comencé a investigar. Reportes de los diarios me informaron que la única familia de magos que vivía en Little Hangleton eran los Gaunt y la foto de Morfin me indicó que claramente estábamos emparentados. Supe que ni Morfin ni Marvolo vivían pero que de su hermana Merope no habían datos concretos. Visité el pueblo de mi madre y con un poco de persuasión me encontré con viejos rumores de que el niño rico del pueblo había huido con la hija del miserable de Gaunt y que, incluso, esta le había dado un hijo. Deduje que probablemente tenía un primo y una tía en algún lugar del mundo. Riddle era el apellido del muchacho y encontré que un Tom Marvolo Riddle había estado interno en un orfanato de Londres. No podía ser coincidencia. Pero no había nada más, ninguna pista que me guiara de ahí en más. Sólo conseguí saber que los Gaunt descendían del mismísimo Salazar Slyherin quién podía hablar Pársel al igual que yo. No mucho tiempo pasó hasta que usted comenzó su primera era de poder. Todo tipo de rumores corrían sobre los poderes que ese mago tan terriblemente poderoso poseía. Y uno sólo me parecía probable, el que sostenía que podía hablar con las serpientes. Pasaron más años aún hasta que finalmente conseguí darme cuenta del anagrama (Tom Marvolo Riddle, I am Lord Voldemort) pero usted había sido derrotado. Finalmente, consiguió restaurar su poder por medios que me son desconocidos y no pretendo conocer. Supe por un mortifago conocido que aquí podía encontrarlo y heme aquí –
El silencio reinó por unos cuantos minutos en los que el Señor Oscuro observó detenidamente al hombre que clamaba ser su primo y que sabía más que nadie sobre él y sus orígenes. Si él se negaba a unirse a su bando, se vería en la obligación de matarlo y borrar su existencia de la memoria de todos los que lo habían visto.
- No pretenderás que te de un abrazo y te proponga recuperar el tiempo perdido. Sabes bien cuáles son tus opciones. Escucho – dijo Voldemort y luego acarició con su dedo índice la cabeza de Nagini.
- Me uniré a ti – dijo y selló su destino.

Actualidad – Año 2022

24 años han pasado desde que la épica batalla de Hogwarts acabó con el reinado de terror que el Señor Oscuro había conseguido expandir en toda Gran Bretaña. Una era de conciliación comenzó a gestarse desde aquél momento, una era donde la tolerancia y el respeto eran los pilares fundamentales de la nueva sociedad mágica.

Pero no todos estaban conformes. No todos estaban felices de que el propósito de Lord Voldemort no pudiera ser cumplido. Algunos mortífagos supieron insertarse en la sociedad, olvidar viejos rencores y dejar el pasado atrás. Mas hubo aquellos que se encargaron personalmente de dejarles bien en claro a sus hijos que algún día alguien retomaría la causa y ellos deberían estar dispuestos a unírsele costara lo que costara. Y ese alguien llegó. Su nombre es August Gaunt y se había unido al Señor Oscuro un año antes de su caída. Él último heredero de Salazar Slytherin se asegurará de no cometer los mismos errores de su primo y de una vez por todas cumplir con la misión que su noble antepasado comenzó tantos años atrás. Gaunt está reuniendo fuerzas, intentando reunir un ejército lo suficientemente grande como apoderarse de toda Europa. Sí, sueña en grande.

Hogwarts se ha transformado en una gran burbujas. El único lugar del mundo mágico donde aún uno se puede sentir a salvo, fuera de peligro. Pero los estudiantes están divididos en bandos: los que apoyan al heredero, los que claramente se oponen a él y los que mantienen una actitud neutral.